domingo, 2 de junio de 2013

Por vocación más que por motivación siguen los profesores en las aulas

El salario que devengan los docentes universitarios en nuestro país los ubica en el puesto 28, entre 29 naciones, con los ingresos más bajos, según lo revela una investigación llevada a cabo entre 2012 y 2013 por el catedrático de la Universidad Central de Venezuela (UCV), el economista Humberto García Larralde. 

El estudio arrojó que en países como Estados Unidos, Australia, Italia, Canadá, Arabia Saudita, y Alemania el sueldo mensual de estos profesionales se ubicada entre 7 mil y 9 mil dólares. Por América Latina destacan Brasil (5.000 dólares), Colombia (4.500 dólares) y Argentina (4 mil). 

La urgencia de un ajuste salarial digno para el profesorado y otros sectores que hacen vida dentro de las universidades nacionales, así como de un presupuesto justo que permita el normal funcionamiento en esos recintos y las actividades de los que en ellos cursan diferentes carreras, ha desatado una crisis evidenciada en la casi paralización de las labores académicas desde abril, y que pone en riesgo el semestre de 2.5 millones de estudiantes. 

La Universidad de Oriente (UDO) Núcleo de Anzoátegui, donde 1.200 facilitadores imparten clases y asesorías a 26 mil alumnos, se ha sumado a las acciones nacionales en reclamo de las necesidades de estas instituciones. 

El sueldo mínimo de un profesor a tiempo completo (mínimo 12 horas semanales de clase, adicionales a la asesoría) de la UDO es de Bs 2.677, lo que equivale a 424,9 dólares (valor oficial de Bs 6,30 por dólar). 

En el alma máter como en el resto de las casas de estudios superiores públicas del país, el catedrático mejor pagado percibe Bs 7.232 por ser titular y a dedicación exclusiva (16 horas semanales). Este monto corresponde a 1.147,9 dólares oficiales. Los docentes, obreros y trabajadores universitarios solicitan 100% de ajuste salarial con retroactivo desde el 1-1-2012. 

La situación es dramática para el gremio profesoral, administrativo y obrero de la UDO. En los últimos años, dicen, la vocación más que la motivación los ha mantenido en las aulas y hecho sobrevivir con muy bajos ingresos.

“No aguantamos más esta situación”

Para que vean. Dos o cuatro marcadores por semestre reciben los docentes de la UDO Anzoátegui. Esos dos marcadores se secan en una o dos semanas de clases prácticas, y para el resto del semestre tenemos que comprarlos de nuestro bolsillo, porque la universidad no tiene para más gasto por el bajo presupuesto que percibe. El ejemplo lo da Tirso García, presidente de Apudo (Asociación de Profesores de la UDO), para demostrar las carencias que tiene la casa de estudios donde da clases desde hace 18 años. 

Afirmó que la lucha de Apudo no es sólo por un ajuste salarial de 100% y el cumplimiento de las normas de homologación, sino también por un presupuesto digno. 

“Muchos docentes sobreviven endeudándose. Piden préstamos para pagarlos con el bono vacacional o con los aguinaldos”, dijo. 

“Ni al descanso tenemos acceso. Antes, el Instituto de Previsión del Profesor disponía de cabañas en Margarita y la ocupación era por sorteo por la alta demanda, pero ahora pocos son los que pueden ir”.

“El cambio de vida fue de 180 grados”

El profesor de la UDO-Anzoátegui, Darwin Bravo, percibe un sueldo mensual de 2.667 bolívares, pero con los descuentos que le hacen sólo recibe quincenalmente Bs 800. Por supuesto que es muy poco para la responsabilidad que tiene en la formación de los profesionales del futuro y también con su familia. Sólo en alquiler de la vivienda, donde vive con su esposa e hijo, paga 1.200 bolívares.

“A nosotros, lo que realmente nos mantiene en este trabajo es la vocación de enseñar, el respeto a los estudiantes. Esta profesión ocupa gran parte de nuestro tiempo, porque además debemos dar asesoría de tesis. La familia nos apoya, pero a veces también nos reclama y nos dice que busquemos otro trabajo”.

- ¿Cómo hacemos?

- El sueldo de mi esposa ayuda. Es difícil cubrir las necesidades. Pero la ética me lleva a atender a los alumnos. Tengo 10 años como profesor en Ingeniería Mecánica y los cinco últimos han sido críticos. El cambio de vida fue de 180 grados. Es triste. Estoy limitado en mi dinámica social y familiar.

El sueldo no les alcanza para cubrir canasta básica

12 años de labores en la UDO Anzoátegui tiene Ignacio Rafael Díaz, y actualmente es el encargado del área de almacén de la institución y secretario ejecutivo del Sindicato de Trabajadores Administrativos de la Universidad de Oriente (Sintraudo).

De entrada dice Díaz que el sueldo que perciben los 235 agremiados de Sintraudo no alcanza para cubrir ni la mitad de la canasta básica mensual. Desde 2011, cuando luego de un largo conflicto el Ejecutivo les aprobó 40%, no han recibido aumento.

“Es duro y difícil sobrevivir con los sueldos que tenemos. No alcanza”, señala.

“Muchos compañeros acuden a prestamistas y endeudan sus bonos. Por eso pedimos un aumento mínimo de 70% de sueldo y de todos los beneficios. Ahora no podemos ni ir al cine. La recreación se redujo al mínimo”.

Sintraudo tiene que buscar una salida a la situación de sus agremiados y por eso está sentado en la mesa de negociación con el Gobierno. “No podemos pararnos. La UDO y los alumnos son lo primero”.

“¿Quién va a querer dar clases por Bs 2.677 al mes?”

Luis Griffin es el jefe del departamento de Ingeniería Mecánica de la UDO Núcleo de Anzoátegui y profesor de aula. Para este año planea pedir su jubilación, pero medita mucho esta decisión porque le preocupa el déficit de docentes que tiene la universidad debido, en gran medida, a los bajos salarios del gremio en el país. 

Actualmente en el área que dirige Griffin faltan más de cinco profesores, por lo que varios de los 28 facilitadores que hay tuvieron que asumir las materias que dejaron algunos docentes que renunciaron para irse a otros trabajos. 

“Yo entiendo a los que se van porque quién va a querer dar clases por Bs 2.677 al mes. Esto es grave. Qué va a pasar con las universidades si no se resuelve la crisis. Ser jefe aquí no es fácil, pero sobrevivimos por vocación y por el apoyo de los alumnos. Nuestra familia es la que más sufre”.

Le alarma la “tragedia que estamos viviendo en la universidad y no hay generación de relevo” por los pésimos sueldos. “Trabajamos hasta con 70 alumnos en un salón para que no pierdan el semestre”.

“Los Bs 400 de la ayudantía los gasto en una semana”

Desde hace año y medio, Rosanna Ramos (23), estudiante del noveno semestre de Ingeniería Mecánica de la UDO Núcleo de Anzoátegui, está recibiendo la ayudantía mensual de 400 bolívares que otorga la universidad a algunos alumnos.

La bachiller asegura que este monto que recibe con retraso de hasta dos y tres meses no le alcanza para nada porque la devaluación de 46,5% del bolívar, la inflación y el alto costo de la vida se lo lleva antes que ingrese a su bolsillo.

Propone que esta beca sea incrementada en 100%, el mismo porcentaje de ajuste salarial que están pidiendo los profesores.

“Yo apoyo en sus peticiones a los docentes, pero no respaldo el paro porque podemos perder el semestre y estudiamos con mucho sacrificio, así como ellos trabajan”.

La joven porteña pide que se haga un estudio a fin de determinar el monto de la ayuda económica para los bachilleres. “Los Bs 400 de la ayudantía los gasto en una semana y se van en sacar copias de guías de estudio y en pasaje”.

Estudiante: beca debe ser la mitad del sueldo mínimo

“Para que realmente sea una ayuda la beca mensual que recibimos debería ser, por lo menos, la mitad del sueldo mínimo actual y además debe pagarse puntualmente”, señaló Sebastián Hernández, estudiante del séptimo semestre de Ingeniería Mecánica de la UDO Núcleo de Anzoátegui.

Cree que 1.228,51 bolívares es el monto justo que deben recibir como ayudantía y no los Bs 400 que perciben desde hace más de dos años los alumnos beneficiados por la institución.

Refirió que los Bs 400 sólo le alcanzan para dos o tres días, porque eso le sirven apenas para comprar guías de estudio. “Las guías cuestan Bs 200 o más, además debo pagar el transporte y cuando no llegas a tiempo al comedor debes comprar comida y con 400 no puedes hacer nada”.

Ante tanta precariedad que hay en la UDO, el anzoatiguense aspira a graduarse rápido y por eso no está de acuerdo con los paros convocados por los profesores. “Pero sí los apoyo en el reclamo de mejoras salariales porque lo merecen por el trabajo que hacen”.

Las acciones se radicalizaron por negativa a ser escuchados

La negativa del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior de aplicar un aumento salarial para todos los trabajadores del sector universitario público, generó la radicalizó de las acciones de protestas que iniciaron a principios de abril los profesores de las universidades públicas, entre ellas la Universidad de Oriente (UDO) Núcleo de Anzoátegui . 

Con un paro indefinido que comenzó este jueves, los docentes de la UDO ratificaron que la crisis en las casas de estudios de educación superior no cesará hasta que reciban un incremento justo de sus sueldos, se cumplan las normas de homologación y aprueben otras reivindicaciones. 

La Asociación de Profesores de la UDO (Apudo) en Anzoátegui se sumó al paro de clases porque esta semana el gobierno no dio señales para acordar ni anunciar un incremento salarial acorde con la situación económica y social del país. 

Aunque esta semana el Ejecutivo se reunió con la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu), la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) y con el Consejo Nacional de Universidades (CNU) no llegaron a ningún acuerdo en la discusión de la Convención Colectiva Única de trabajadores universitarios. 

Al encuentro no fue invitada la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv), y las peticiones que hizo llegar al despacho a través de Averu, no fueron analizadas.

Los títulos no determinan el sueldo

La situación que describe la profesora Nayil Wells, con 16 años formando a profesionales en la UDO-Núcleo de Anzoátegui da una visión de la crisis que vive el gremio .

En su relato también deja en evidencia que el derecho a la estabilidad en el ejercicio de la docencia que le confiere el artículo 104 de la Constitución, se ha convertido en letra muerta para los profesores. 

La sobrevivencia diaria en la UDO también la aplica en su casa. Confesó que cuando mete un “tarjetazo” (compra con tarjeta de crédito) para adquirir útiles para su hija, aprovecha y compra los marcadores y lapiceros que necesita para sus clases. “Si a un alumno le faltan Bs 2 para pagar la guía y los tengo se los doy y les presto mis libros”. 

Anualmente recibe un bono doctoral que desde hace dos años es su reserva para completar los gastos del mes. Con el fideicomiso quería pintar su apartamento que “está feo”, pero tuvo otras prioridades. 

ucha por un mejor salario que le permita, por ejemplo, reparar su carro que ”parece una chatarrita”, que le devuelva sus idas al cine y a comer de vez en cuando en un restaurante.

“Tengo dos años que ni voy a la peluquería y me tocó aprender a pintarme el pelo y las uñas”. La carencia también llegó a su closet porque ahora sólo tiene la ropa básica. Los “lujos” en su hogar pasaron al olvido. 

Su corazón de docente y estudiante le impiden dejar las aulas. Los tres títulos universitarios que ha logrado con sacrificio no han sido garantía para un buen sueldo.

(http://eltiempo.com.ve/locales/regionales/educacion/por-vocacion-mas-que-por-motivacion-siguen-los-profesores-en-las-aulas/92917, 02/06/2013,

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