lunes, 3 de septiembre de 2012

Petrorinoco: es conveniente financieramente este mecanismo de pago para los trabajadores universitarios? el otro análisis


*Elvira Annicchiarico

Transcurrido unos días desde la aparición del concepto de pago, realizo el siguiente análisis: El día 27 de Agosto salió publicada la lista número 1 que contenía los números de cédulas de los primeros beneficiarios del pago de los pasivos laborales con bonos denominados Petrorinocos. De acuerdo con las declaraciones oficiales, estos bonos vienen a ser un instrumento financiero con el cual el gobierno pretende honrar la deuda de pasivos laborales a los universitarios jubilados y que abarcan tanto las prestaciones sociales, como los intereses sobre esas prestaciones. En atención a esto cabe preguntarse, ¿es conveniente financieramente este mecanismo de pago para los trabajadores universitarios? Y si es así, ¿por qué surge la polémica con los gremios universitarios?
De acuerdo con la gaceta 39915, el Petrorinoco es respaldado por un fondo de fideicomiso administrado por el gobierno, y cuya fuente de financiamiento es por un lado el 3.33% de las regalías que produce cada barril de petróleo extraído de la faja petrolífera del Orinoco y por otro, del porcentaje de la cuota de responsabilidad social que pagan las empresas extranjeras que trabajan en la faja. El interés de estos bonos es de 2.6% sobre la tasa fijada por el BCV para el pago de fideicomiso de prestaciones sociales (que de acuerdo con la tasa fijada por BCV para julio (15.35) alcanzaría el 17.95%), pagadero semestralmente (según lo afirman los representantes del ministerio). La fecha de vencimiento de los mismos, por ahora, no ha sido publicada. En cuanto a los criterios de selección de los primeros beneficiarios para su adjudicación, ha sido expuesta por los funcionarios del ministerio como sigue: 1. personas mayores de 72 años, 2. personas que presenten una enfermedad terminal, 3. pensionados con una discapacidad grave.  Los funcionarios también explicaron la metodología para su adjudicación:  El beneficiario realiza vía web su registro, luego recibe un estado de cuenta emitido del Banco de Venezuela donde se le demuestra cuanto tiene en ese fondo de fideicomiso;  el trabajador decidirá si continua en el fondo o si retira total o parcialmente el monto que le corresponde como deuda.
La explicación anterior, se basa en las declaraciones de los distintos voceros del gobierno nacional, sin embargo, hasta los momentos no existe ninguna publicación oficial, ni  del ministerio de Finanzas con las características financieras de los bonos, ni del ministerio de Educación Superior sobre el pago de prestaciones a universitarios.  Los beneficiarios que, en Caracas, acudieron a la cita en la sede del Ministerio refieren que, en ningún momento se les indicó la existencia de un bono, como fue señalado por el Presidente, sino la existencia del fondo de fideicomiso
De lo anterior, y asumiendo que el documento oficial que debería llegar a las universidades en los próximos días, mantenga los mismos términos expuestos por los voceros oficiales, y que estos términos de cumplan, se desprenden algunas consideraciones:
a. El instrumento pretende ser inédito como lo comenta la Profa. Hung con mecanismos propios de emisión y negociación, porque propiamente no hay un bono y esto podría desvanecer los temores de pérdida de valor nominal del monto a recibir por exceso de oferta en el mercado.
b. Como mecanismo de pago de deuda permite decidir si el beneficiario toma el efectivo, es decir la totalidad del monto adeudado, con lo cual el pasivo queda saldado, lo que confiere una característica de liquidez inmediata.
c. Si bien el interés representa una tasa real negativa porque no supera el índice inflacionario, el porcentaje está por encima de las tasas que paga cualquier instrumento financiero venezolano en la actualidad, por lo que, si no se tiene una alternativa de inversión que ofrezca mejores rendimientos, pareciera financieramente aceptable dejar el monto en el fondo de fideicomiso.
No obstante, la posición de los gremios es rechazar este mecanismo de pago, principalmente porque:
a. Se estaría cambiando una deuda laboral por una deuda financiera por lo cual seguiría la misma, y en ese sentido se le ha propuesto al ministerio que el pago con deuda (bonos) puede ser una opción, para las prestaciones sociales del personal activo, por tanto, no exigibles aun; pero, no lo es, para quienes han terminado la relación laboral por cualquier causa con vieja data, dado que sería violatorio del artículo 92 de la Constitución, 108 de la LOT por cuanto la deuda laboral debe ser pagada en efectivo.
b. Para que un pago con bonos sea posible debería darse una negociación entre partes para que la emisión tenga características especiales en cuanto a negociación inmediata en el mercado de valores, sin pérdida para el titular, tasa de interés, plazo de vencimiento sumamente corto, entre otras y esto no está aún claro por cuanto no se conocen características financieras de la emisión.
c. En cuanto a la publicación de una lista para sorprender cada lunes a los beneficiarios, lo que se constituye en una lotería  por cuanto el beneficiario no tiene la menor idea de cuándo será su turno. Sin contar el hecho de que el tiempo estimado de culminación de las adjudicaciones es 2 años.
d. La diferencia entre los montos cuantificados por las universidades y la OPSU, así como la falta de información sobre la metodología aplicada para realizar el cálculo de los intereses sobre prestaciones.
 Claro está que dependiendo de lo que verdaderamente sea el pago, si un fideicomiso o un bono, variará la percepción de los gremios, pero el punto es que hasta ahora sólo se tienen declaraciones y no se ha recibido un documento para analizar. Por otra parte, en el caso de LUZ, ninguno de los 23 profesores que aparecieron en la lista pudo acceder a la página; en este sentido, el miércoles se apersonarán en Maracaibo representantes de la OPSU para aclarar lo pertinente. Aparentemente, según información extraoficial, profesores de la UCV si pudieron e hicieron el trámite. En el transcurso de esta semana se sabrá, cuál es verdaderamente el mecanismo de pago, bien sea, a través de estos profesores, o porque se reciba finalmente, un documento oficial.
En definitiva existe aun la polémica, sobre todo si agregamos el componente electoral. Pero estimados profesores en mi opinión y salvo mejor criterio creo conveniente: - exigirle a la institución donde se labora, en nuestro caso a las autoridades de LUZ que nos entreguen los estados de cuenta según sus cálculos y con la metodología que venía siendo aplicada; - En caso de discrepancia entre la institución y OPSU, aceptar bajo inconformidad este mecanismo de pago; y exigir a nuestros gremios que continúen luchando por nuestros derechos.

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