domingo, 22 de julio de 2012

Cuánto gana un docente por dictar un curso de verano en LUZ?

Elvira Annicchiarico

En el mes de julio se inician los trámites para el censo de profesores que desean dictar cursos intensivos en sus respectivas facultades bajo esta modalidad durante el periodo vacacional.
Estos docentes sacrifican sus vacaciones a cambio de un pago adicional bajo la figura de honorarios el cual es financiado en un 50% por el Estado y el 50% restante por los estudiantes quienes pagan una inscripción.
Lo anterior hace suponer que siguiendo una normativa que regule aspectos como cantidad de curso por profesor, densidad horaria y honorarios a cancelar, los docentes aceptan el dictado de los cursos conscientes del monto que percibirán por el dictado de los mismos y el tiempo que transcurrirá entre su culminación y el pago efectivo. Sin embargo, con respecto al pago de honorarios es fundamental la revisión de ciertos aspectos que desde mi perspectiva lesionan al docente universitario.
En primer lugar existe un claro irrespeto a la majestad de la academia cuando los honorarios no son aprobados por el Estado según el escalafón del profesor que dicta el curso, bajo la premisa de que son ingresos adicionales para el docente. En segundo lugar no existe una unificación de criterios entre las facultades para el pago de los honorarios, ni por tiempo de dedicación ni por densidad horaria.
En este sentido, los montos pagados no guardan correspondencia entre una facultad y otra, ni con las horas dictadas en el curso, es decir,  ni con el esfuerzo laboral que cada profesor realiza.  Partiendo de la premisa constitucional de que a igual trabajo, igual salario, existe una situación de inequidad en los honorarios que los distintos profesores que hacen verano están recibiendo, toda vez que se parte del entendido de que todos y cada uno de los profesores deberían recibir el mismo ingreso por hora por el dictado de estos cursos y eso no es lo que ha venido sucediendo.
Año tras año los montos no se corresponden con criterios de equidad basados en el tiempo de dedicación y la densidad horaria, y años tras año se solicita su discusión pero se queda en el letargo porque la necesidad de los docentes tiene la cara de hereje. Es decir, si ustedes aceptan las condiciones para qué sigo reclamando?! 

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